Familia del Carmelo
«Hermanados por una misma espiritualidad»
Como toda verdadera familia, el Carmelo contiene y valora a cada uno de sus integrantes en su singular forma de ser; cualquiera sea su estado, edad, profesión o contexto cultural.
Los valores carmelitanos son posibles en todas las circunstancias, y su fecundidad implica y trasciende cualquier condición personal. La riqueza que el Espíritu Santo ha derramado en nuestra Orden, -arraigada desde hace ya muchos años en Argentina-, proyecta una variada gama de auténticas expresiones de vida consagrada, que no cesa de atraer a nuevos y apasionados miembros al encuentro del Dios amado, desde una marcada impronta mariana.